Tres indefensas mujeres denunciaron el vil ataque de que fueron víctimas por parte de una caravana “harlista” que se desplazaba por la Vía al Mar.

A los agresores no les importó que quien iba al frente del volante era una mujer de 76 años de edad. 

Según Pame Rosales, familiar de las víctimas de este hecho, “en un episodio que imagino aislado y excepcional, una cobarde, vandálica y criminal banda motorizada de harlistas atacó violentamente el carro en que se desplazaban tres de mis familiares: tres mujeres solas, que se dirigían a unas honras fúnebres, y que estaban vestidas de acuerdo a la ocasión. Ellas, otorgándoles un beneficio de la duda excesivo, suponen que tal vez el carro pudo -a juicio de los atarbanes de las motos- pasar demasiado cerca de la caravana. O tal vez el carro de mis familiares osó transitar por la calle, que aunque de propiedad pública esos bárbaros consideraban de su uso exclusivo”.

“El caso es que de un momento a otro el furioso convoy, conformado por decenas de matones de señoras, rodearon el carro, lo interceptaron, lo atacaron en gavilla y lo dañaron, al tiempo que intimidaban a las tres indefensas mujeres con gritos y amenazas, (arrancaron de cuajo los dos espejos retrovisores, intentaron hacer lo mismo con el bumper delantero y rayaron la puerta con uno de esos dinosaurios motorizados con los que pretenden suplir su falta de sesos; en las fotos está la muestra del salvaje ataque.)”, relató Pame Rosales.

Aseguró que “por un grupo específico de cobardes y salvajes no voy a juzgar a todos los harlistas que van por ahí, porque entiendo que la mayoría están en contra de la violencia física, pero con toda seguridad que este episodio tampoco va contribuir a que dejen de caerme como una patada en el estómago”.

Rosales señaló que “a mí nunca me han caído bien esos tales "harlistas" -y me perdonan si hay alguno leyendo esto-. Es que unos tipos que se creen los dueños de la vía -la invaden física y sonoramente- y se empeñan en vender una imagen pandillesca de sí mismos, no me inspiran los mejores conceptos”.

Por su parte, Virginia Abello Polo, una de las damas afectadas, relató que el hecho sucedió en plena carretera, “no había cámaras cerca y con el miedo de que nos fueran a hacer algo a nosotras no tuvimos cabeza ni tiempo para grabarlos. Ni con ver a mi mamá, se calmaron, debe ser que no tienen mamá esos tipos! Ojalá nunca nadie le haga una salvajada así a sus madres!”.

Sobre este lamentable hecho, hay quienes defienden a los “harlistas” locales y creen que pudo tratarse de una caravana foránea con intención de concentrarse en la ciudad de Cartagena.

Sin embargo, también hay quienes denuncian las molestias que causan las caravanas “harlistas” en sectores como la carrera 51B y la calle 84, entre otros, en Barranquilla.